- Hechos de los apóstoles
Resulta muy
interesante escuchar a Pablo y Bernabé que van a anunciar el Evangelio en la
sinagoga de Antioquía de Pisidia. Y como no los aceptan, Pablo y Bernabé hacen
una gran promesa:
«Teníamos que
anunciaros a vosotros primero la Palabra de Dios; pero como rechazáis y no os
consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicaremos a los gentiles.
Así nos lo ha mandado el Señor».
Esta noticia llenó
de gozo a los gentiles «que se alegraron y alabaron la Palabra del Señor y
los que estaban destinados a la vida eterna creyeron».
Qué importante es aprovechar la Palabra de Dios a su tiempo, para asegurar nuestra salvación como sucedió a los de Antioquía de Pisidia.
- Salmo 99
Como quiera que el
tema del ciclo C es el del Buen Pastor, meditamos con alegría este salmo que
dice que somos su pueblo y ovejas de su rebaño; por eso, la invitación que nos
hace el salmista a todos nosotros va llena de gozo y esperanza:
«Aclama al Señor
tierra entera… Sabed que el Señor es Dios, que Él nos hizo y somos… su pueblo y
ovejas de su rebaño.
El Señor es bueno, su fidelidad por todas las edades».
- Apocalipsis
Jesucristo, el
«Cordero», será su pastor y conducirá al pueblo de Dios hacia las fuentes del
agua viva. Meditemos:
«Estos son los que
vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la
sangre del Cordero».
Este es el motivo
por el que están «ante el trono de Dios dándole culto día y noche en el
templo».
Termina diciendo
que «ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno.
Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor y los conducirá
hacia las fuentes de aguas vivas».
El párrafo del Apocalipsis concluye así: «Dios enjugará las lágrimas de sus ojos».
- Verso aleluyático
En este domingo IV
de Pascua, la liturgia nos invita a invocar a Jesús, el Buen Pastor, que dice: «Conozco
a mis ovejas y las mías me conocen».
Por parte de Jesús el conocimiento es absoluto, pero nosotros tenemos que poner todos los medios posibles para conocer bien a nuestro Pastor, y no dejarnos guiar por los falsos pastores que pueda haber en el camino.
- Evangelio
Está tomado del
capítulo 10 de San Juan que habla simbólicamente del Buen Pastor.
Entre el pastor y
las ovejas hay un conocimiento mutuo que asegura la permanencia entre las
ovejas y el pastor.
Hay algo muy
interesante en este pequeño párrafo que hoy meditamos. Y es la doble seguridad
que encontramos en Jesús, el Buen Pastor, y el Padre Dios que guarda la fuente
de la seguridad para todas las ovejas:
«Porque mi Padre me
las ha dado y supera a todos y nadie puede arrebatar las ovejas de la mano del
Padre».
Al final del
párrafo del Evangelio descubrimos la gran afirmación de la unidad en el
misterio trinitario:
«Yo y el Padre
somos uno».
Uniendo al Padre y
al Verbo al Espíritu Santo nos encontramos con el gran misterio de la Santísima
Trinidad que nos da seguridad para el tiempo y para la eternidad feliz.
***
Aprovecho la
oportunidad para felicitar a las madres en los países que celebran hoy el «Día
de la Madre». Es muy importante que vivan ellas en consonancia con el Padre
Dios para aprender de Él el verdadero amor y vivirlo juntamente con su esposo
para felicidad de los hijos que Dios tenga a bien darles:
¡Feliz día para
todas las madres!
+ José Ignacio Alemany Grau, obispo